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EL INFORMANTE

Una explosión estremece al secretario general de la ONU

Una explosión estremece al secretario general de la ONU
Ban se estremeció al oír la explosión de un mortero, que estalló cerca e hizo tambalear el edificio situado en la Zona Verde, un área protegida por el Ejército estadounidense. Así, el secretario general de la ONU comprobó en persona cómo es la vida en la capital iraquí. Al Maliki, en cambio, no se inmutó y apenas pestañeó

El secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, quien llegó por sorpresa a Bagdad, se llevó ayer un gran susto a causa de una explosión que sacudió el recinto donde se encontraba brindando una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki.
Ban se estremeció al oír la explosión de un mortero, que estalló cerca e hizo tambalear el edificio situado en la Zona Verde, un área protegida por el Ejército estadounidense. Así, el secretario general de la ONU comprobó en persona cómo es la vida en la capital iraquí. Al Maliki, en cambio, no se inmutó y apenas pestañeó.
La visita a Bagdad, que no había sido anunciada, constituye la primera escala de Ban en su primera gira por Medio Oriente.
"Un buen ejemplo"
"Creo que es un buen ejemplo para que los burócratas conozcan lo que pasa en este país y no se limiten a elaborar informes desde sus cómodas oficinas en New York diciendo mentiras". Con estas palabras, Bassam, un ciudadano iraquí, comentó la explosión que asustó a Ban.
El impacto con proyectil de mortero se produjo, paradójicamente, cuando el funcionario sudcoreano aseguraba que "como saben, las actividades de la ONU habían sido restringidas por el mal estado de la seguridad en el país. Sin embargo, ahora, después de que la situación haya mejorado, vamos a aumentar nuestro papel y actividades en Irak".
La explosión, grave y seca, se escuchó en todo el perímetro de la Zona Verde -donde se encuentra la sede administrativa del gobierno iraquí y la embajada de Estados Unidos- y a pesar de la inmediata reacción de Ban al interrumpir la conferencia de prensa que brindaba junto a Al Maliki, en el interior de la fortificada mini ciudad no hubo movimientos abruptos.
Los mercenarios peruanos de la empresa estadounidense Triple Canopy -acusada de maltratos, discriminación y vejaciones- no se movieron de sus puestos de control y fingiendo una falsa calma se limitaban a contar en un básico manejo del inglés y por órdenes de su jefe, lo "tranquilo que estaba Bagdad y lo bien que los trataban en el trabajo". Un discurso bien elaborado para la prensa y tan increíble como los dichos de Ban, quien salía abruptamente con su equipo de seguridad a terreno más seguro. Una misión imposible en esta capital.
Esta era la primera visita de Ban a Bagdad después de la que hizo hace un año y medio su antecesor en el cargo, Kofi Annan, y aunque pensaba permanecer no más de 24 horas, el desafortunado hecho adelantó su salida del país por temor a sufrir un desenlace como el del brasileño Sergio Viera de Melo, quien fue asesinado junto a una veintena de personas en la sede de la ONU en agosto de 2003.
Su misión era tratar la posible contribución de la ONU al fin de la violencia y la reconstrucción de Irak.
El comité de asignaciones del Senado de EU aprobó el borrador de presupuesto que prevé 122 mil millones de dólares para la guerra en Irak y Afganistán y establece la retirada de las tropas en Irak para marzo de 2008.


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